
¡Ya con solo conocerte!
Me siento afortunada,
Siento tu cuerpo presente
en nosotros no existen distancias
¡Me devolviste la vida!,
me conociste al extremo,
me sugeriste caminos,
me enseñaste amar en sueños.
¡No es infortunio!,
que busques tu destino
porque siempre en tu camino
mi paso estará seguro.
¡Agradezco cada día!
el haberte conocido,
estar de tu mano agarrada,
¡en mí es un gran desafío!.
Hiciste en mí la mujer,
que liberó emociones,
que traspasó las prisiones,
haciendo honor a sus instintos.
¡Ya con solo conocerte!
me siento afortunada.
Siento tu cuerpo presente,
no le tememos a la distancia.
¡Solo habla de fortuna!,
en nosotros todo es brillo.
¡Vos me entregaste la vida!,
yo te entregué mi destino.
¿Cómo no saber esperarte?,
si ya estás en mi camino.
¡Que la vida desespere!,
burlaremos al exilio.
Nadie te quitará de mi vida,
¡Te soy infiel con mis escritos!,
donde pongo en cada uno
el despertar de mis sentidos.
¡No es infortunio!
que siguieras tu camino.
Mi huella está en tu sendero,
¡Tu huella marcó mi destino!
16 de junio de 2004
Silrita.