SIN PERMISO
Te acercaste a mi mesa sin pedirme permiso!,
Me ofreciste una estampita por monedas
Vi en tu rostro pálido por el frió,
Una niña que no juega con muñecas.
Te acercaste a mi mesa sin pedirme permiso,
No sabía si ignorar tu presencia,
Solo observé tu rostro ¡Bella niña!
Que en tu descolorida piel no había estrellas.
¡Vení, sentate a mi lado!
Toma un tazón de leche tibia.
Te contaré historias que a tu edad
Solo debes escuchar , ¡NIÑA PRINCESA!
Tomá tranquila y no te apures,
No por apurarte tendrás más monedas.
Has de cuenta que solo es un recreo,
donde puede descansar la indiferencia ajena
silvana
28/3/04